La violencia en México es un problema complejo con raíces históricas, sociales y económicas que preceden al gobierno de Morena, iniciado en 2018 bajo el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Sin embargo, diversas fuentes y opiniones, especialmente de la oposición, han acusado a Morena de no abordar eficazmente la inseguridad y, en algunos casos, de minimizarla o normalizarla.
Contexto y críticas
- Cifras de violencia: Desde 2018, México ha registrado altos niveles de violencia homicida, con más de 30,000 asesinatos anuales, consolidando el sexenio de Morena como uno de los más violentos en la historia reciente. Por ejemplo, en 2023 se reportaron 30,523 homicidios, y en 2024, hasta noviembre, se contabilizaron 39,631 víctimas de homicidio, con un promedio de 70 asesinatos diarios. Además, las desapariciones han aumentado significativamente, pasando de un promedio de 15 diarias en el sexenio anterior a 40 por día, según el diputado Rubén Moreira.
- Acusaciones de normalización: Críticos como la senadora Kenia López Rabadán y el diputado Rubén Moreira (del PRI) han señalado que Morena ha «normalizado» la violencia al no implementar políticas públicas efectivas y al minimizar la gravedad de la situación. Por ejemplo, López Rabadán criticó al entonces canciller por declarar que México estaba «en el estándar» de violencia, interpretándolo como una aceptación pasiva del problema. Asimismo, se ha acusado al gobierno de polarizar el discurso, culpar a administraciones pasadas (como la de Felipe Calderón) y no asumir responsabilidad por los niveles actuales de inseguridad.
- Estados gobernados por Morena: Según México Evalúa, de los siete estados con mayor violencia homicida en 2024 (Baja California, Chihuahua, Morelos, Michoacán, Tabasco, Quintana Roo, Nuevo León), cinco son gobernados por Morena o sus aliados, lo que refuerza las críticas de la oposición. Estados como Michoacán, Guerrero, y Zacatecas han visto repuntes de violencia ligados a disputas entre grupos criminales, como el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa.
- Militarización: Una crítica recurrente es la profundización de la militarización bajo Morena, con un mayor rol de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública. Expertos como Guadalupe Correa-Cabrera argumentan que esto ha exacerbado la violencia en lugar de resolverla, señalando violaciones a derechos humanos y el riesgo de un sistema autoritario. Aunque el gobierno defiende esta estrategia como necesaria, los críticos sostienen que no ha reducido los índices delictivos y ha normalizado la presencia militar en la vida cotidiana.
- Violencia política y de género: La violencia política ha aumentado, con 104 incidentes y 50 homicidios reportados en 2024, según Integralia. Asimismo, la violencia de género, incluyendo feminicidios, ha crecido, con 733 casos registrados entre enero y noviembre de 2024, aunque organizaciones señalan un subregistro significativo. Estas cifras alimentan la percepción de que el gobierno no ha priorizado estos problemas.
Perspectiva del gobierno y Morena
Morena y sus representantes, como Luisa María Alcalde y Claudia Sheinbaum, han defendido su estrategia de seguridad, argumentando que atiende las causas estructurales de la violencia, como la pobreza, y que los índices delictivos están disminuyendo. Por ejemplo, se destaca una reducción en homicidios dolosos de 101 diarios en 2018 a 81 en 2023. También señalan que la violencia es un problema heredado de administraciones previas, particularmente de la «guerra contra el narco» iniciada en 2006. Además, Morena argumenta que enfrenta una campaña de desprestigio por parte de la oposición para magnificar los problemas de inseguridad.
Análisis crítico
- Continuidad de la violencia: La violencia en México no es un fenómeno nuevo. Inició su escalada durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) con la militarización y continuó creciendo bajo Enrique Peña Nieto (2012-2018). Morena heredó un país con instituciones debilitadas y una presencia consolidada del crimen organizado, lo que dificulta resultados rápidos.
- Normalización cultural: Algunos académicos, como los citados en Scielo, sostienen que la violencia en México está arraigada en dinámicas culturales e históricas, normalizada mucho antes de Morena. La impunidad, la desigualdad y la tolerancia a ciertas formas de violencia (como la de género o contra migrantes) han creado un terreno fértil para su persistencia.
- Responsabilidad compartida: Aunque Morena gobierna la mayoría de los estados más violentos, la inseguridad es un problema multifactorial que involucra a gobiernos locales, federales y factores externos, como el tráfico de armas desde Estados Unidos. Politizar el tema, como señalan algunos analistas, dificulta la coordinación necesaria para combatirlo.
Conclusión
La afirmación de que Morena «normalizó» la violencia refleja una crítica política válida pero simplifica un problema complejo. Los altos índices de homicidios, desapariciones y violencia política persisten, y las políticas de Morena, como la militarización y el enfoque en programas sociales, no han logrado reducir significativamente la inseguridad. Sin embargo, culpar exclusivamente a Morena ignora la profundidad histórica del problema y la corresponsabilidad de otros actores. La normalización, más que una política deliberada, parece ser una consecuencia de la incapacidad para revertir una crisis estructural, agravada por la retórica que minimiza ciertos aspectos de la violencia.
